14 diciembre, 2014

LAS ÚLTIMAS MANZANAS

Oye a los doctores dándole distintos nombres de enfermedades parecidas.
Mira a su hijo. Siente por él una gran compasión por todo lo que se le viene encima: 
cuidar de su padre, que está perdiendo la cabeza, que se adentra en la niebla.
Sí, así lo ve él, aunque no puede explicárselo a su hijo, las palabras y su significado han sido las primeras en darse a la fuga.
Niebla, la niebla de una mañana de domingo, sin las rutinas de las mañanas de diario, ya aprendidas.
Así se ve él, a veces vuelve a ver esa imagen, la de un campo rodeado de aguas que no corren, en el que crecen las zarzas, al fondo los maizales secos, incongruentes y en el centro de la imagen, un frutal silvestre, escuálido, de cuyas ramas cuelgan cuatro o cinco manzanas olvidadas, amarillas. 
Son los únicos recuerdos que le quedan
ahora que camina por este invierno suyo.
También las comerán los pájaros.

Oye a los doctores.
Mira a su hijo.
Las manzanas.
Los pájaros.
La niebla.
Esta persistente niebla que ya nunca levanta.


06 diciembre, 2014

NIKOLA



Estoy pensando que quizás...

... debería ir a la peluquería.

Homenaje patacósmico a Nikola Tesla, inventor revolucionario, que tuvo varios romances con imanes, aunque su verdadero amor siempre fue la electricidad, con quien tuvo varios hijos, fuera del matrimonio.

29 noviembre, 2014

Héroes

Una es la última superviviente, 
la que queda sola aguardando las heladas.
Sabe que llegarán
y lo que ésto significa.
Ha visto tantos pétalos caidos a su alrdedor,
de sus hermanas...


Los otros, herederos mutilados,
miembros de simientes trasladadas,
son la intención, 
la promesa de flores,
la futura primavera vislumbrada
desde este ocaso que acaba 
de noviembre.


Entre ambos extremos:
la vida.

31 octubre, 2014

LA NOVELA TOTAL (reseña)


Cuando uno se atreve a escribir una novela sobre Caravaggio, corre el riesgo de que llegue alguien que sepa y le unte el morro diciendo que son banalidades. Por suerte, no ha sido el caso de Berlín Vintage, de ahí el valor que le doy a esta reseña, escrita por Manuel Arias (Subdirector del Museo Nacional de Escultura de España) y que aparece publicada hoy en El Heraldo de Aragón. Os invito a leerla, el texto es exquisito.
Salud
Oscar M. Prieto
LA NOVELA TOTAL
Berlin Vintage, de Óscar M. Prieto (Tropo) es algo así como una obra total, redonda en sus contenidos, en sus matices y también en la sugerencia de sus recorridos. Es una obra en movimiento, en armónico movimiento diría yo, ágil pero profunda, cargada de referencias que es necesario degustar y que no buscan un consumo rápido, porque encierran mucho más que una mera secuencia de acontecimientos con su correspondiente dosis de curiosidad y de intriga, sin perder de vista la poesía.
La pesquisa que mantiene el hilo, Caravaggio y el cuadro perdido, cuya conclusión naturalmente no es posible desvelar aquí, no es ni lineal ni previsible. Se deja llevar por los vericuetos de un camino accidentado pero lleno de recursos, elegante en el estilo narrativo, rico en el vocabulario. No es hoy frecuente, y por eso pienso que sea digno de celebrarse, que autores tan jóvenes construyan el idioma con la solidez de la etimología, con una raíz tan asentada, que le da cuerpo a la lectura, que la arma como si fuera una estructura sólida y bien edificada.
El suyo es un saber enciclopédico del que hace gala sin estruendo, sin empalago. Es algo que no incomoda sino que se paladea con gusto porque, sin olores añejos, recupera ese capital adormecido que es la base de la civilización occidental y que, por desgracia, olvidamos con descuido, que se está diluyendo delante de nuestros ojos para nuestra desgracia. Ese conocimiento fluido y cercano del mundo clásico, del pensamiento filosófico transmitido con una naturalidad comprensible, insertado en la trama de la novela como parte intrínseca de la misma, es uno de los valores que más me ha tocado durante su lectura y que a mi juicio la hacen todavía más recomendable.
Y siempre esa idea de camino, pero también de movimiento en transformación, que el propio autor reconoce como leit motiv y que rezuma por toda la obra. Ciertamente es posible viajar con la novela, y digo viajar y no hacer turismo. Es posible viajar por dentro, por los caminos de la mente, por la interioridad más íntima del ser humano; pero también viajar en unos recorridos tangibles y evocadores por esas ciudades de Europa que desfilan por el texto. Las descripciones no se detienen en lugares comunes, no son guías de forasteros, son exploraciones del alma que evocan recuerdos, que tratan por igual lo grande y lo pequeño, la percepción misma de quien las transita, de quien las vive. Porque no deben ustedes fiarse, Berlín es término pero el viaje de Aldous, el protagonista, pasa por otros lugares maravillosos donde hay mucho en que detenerse, Roma, Madrid, Londres, La Valetta, y tantos otros, un puente, un café, un museo, un templo.
Porque además las descripciones son perfectamente visuales, delicadas y pictóricas, pero tangibles y corpóreas al mismo tiempo, también en el recorrido que se hace a través de las pinturas de Caravaggio. Se perciben en el texto algo más que las pinceladas de una biografía del artista, por otra parte con datos veraces, con fuentes rigurosas que contribuyen a proporcionar todavía más solidez al argumento. Hay una reflexión constante sobre la pintura y sus circunstancias, sobre el autor y su trágica peripecia vital, sobre su contexto de origen y su exhibición actual.
Y hay una manera de imbricar creación y sentimiento, de transformar, de pensar al fin y al cabo, que te sumergen en una lectura productiva llena de satisfacciones. Ovillos diferentes, tramas que se abren, profecías y vaticinios bajo el signo benéfico de Proteo el que cambia de forma, el primigenio.
MANUEL ARIAS

23 septiembre, 2014

BERLÍN VINTAGE&LABIOS ROJOS


 

Aldous -el protagonista de Berlín Vintage- al inicio de la novela hace esta reflexión:

"No encuentro una razón más honda para amar la vida que una mujer con los labios pintados de rojo".
 
Inspirado por estas palabras, me comprometo a hacer un donativo para MSF por cada fotografía que me enviéis con las labios pintados de rojo y un ejemplar de Berlín Vintage, mujeres y hombres, sin distinción de raza, sexo o religión. Sólo importa el rojo de los labios, cuanto más rojo mejor. 
Ya me han llegado algunas y lo agradezco. Es casi como dar de comer verdura a los niños, una manera de ayudar, sin darnos cuenta y además divirtiéndonos. Así que os animo a que me enviéis esas fotos. Yo colgaré la mía en el momento que me traigan la barra de labios. No se trata de un pase de modelos. Todos tenemos labios.
 
En la página 45 de Berlín Vintage, Aldous nos dice:
"No he conocido a nadie en quien la belleza provoque un efecto tan fulminante. Ha sido verla, sus labios rojos y su cuello desnudo y elevarse por encima de toda la inmundicia y miseria de este mundo y también de sus propias miserias"
 
No seáis tímidos, timoratos, sed valientes y difundid este nuevo evangelio de letras, labios y besos".
Salud

24 julio, 2014





Queridos amigos,
la cubierta es la cara de un libro, la primera impresión que uno se lleva cuando lo ve en las librerías, en las bibliotecas o en el metro. La cubierta es casi el último paso de un libro antes de salir a la calle.
Hoy estoy muy contento porque ya le pongo cara a BERLIN VINTAGE y os lo puedo presentar. Oscar Sanmartin Vargas ha sido quien le ha dado rostro a mis palabras y le estoy muy agradecido. Como les estoy agradecido a Oscar Sipán y a Galgo Cabanas los dos socios de Tropo que están a punto de enchufarle los cables y la corriente eléctrica de todas las tormentas a este Frankestein, que en el fondo sólo quiere que lo quieran y lo lean.
Os agradecería también a todos vosotros que empecéis a dar guerra y si alguno quiere compartir la portada en su muro, por cada uno que lo haga donaré un euro a Caritas o a Médicos Sin Fronteras.
Ya queda menos.
Cuento con todos vosotros.
Gracias.
Salud
"Porque – vaya esto por delante – la maravilla de esta novela está en su engañosa sustancia, en el humor que destila y en su profundidad real, en su apariencia de ligereza y en las continuas minas de pensamiento, algo así como filosóficas trampas lingüísticas que explotan al paso de nuestros ojos por las palabras y que iluminan el escenario de la novela a la vez que producen en nuestro ánimo continuas conmociones y sorpresas". 
Del Prólogo escrito por Julio Llamazares

03 mayo, 2014

LLAMAN A LA PUERTA



Ningún ruido alteró la paz del borboteo del agua, que hervía abstraída de todo en la cocina.
Supo sin embargo -quizás por esa especie de silencio que antecede-, que llamaban a la puerta.
Antes de abrir, acertó a mirar por el herrado ojo de la cerradura. Al otro lado, fuera, enmarcada en un cuadro de sombras y de luz, esperaba una niña. Había perdido el globo, pero llevaba sujeta por un hilo -tenue como su flequillo- la esperanza.
La invitó a pasar. Puso la mesa para dos y comieron la paella sin necesidad de palabras:
todo estaba claro.

Salud